Paz.
Acompasando
respiraciones devoraremos la niebla.
Perdidos
en un mar de nubes con nuestros pijamas de seda.
Mil
cielos azules, tres lunas, tres soles...
y
un gran horizonte plagado de paz.
Un
punto de inflexión entre las turbulencias
el
cielo se abre de par en par, nos sobra tiempo y paciencia
Tres
olas, tres mares, sudores y sal
y
un gran horizonte plagado de paz...
Si
abres los brazos ya estaré en casa;
no
dejes que salga, no dejes que me vaya nunca
Paseando
descalzos, llegando a la orilla
se
encienden mil luces, se enciende la vida.
Sonríes
me miras, lo sientes te fías.
Ves
el horizonte plagado de paz.
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